Se trata de una fatal atracción, que ataca al corazón del periodismo. Mientras muchos declaran a viva voz la muerte de los medios tradicionales ( y a veces de los periodistas), otros prefieren pensar que viene una continua transformación e integración que consolide la convivencia de formatos.
Aparte del problema del modelo de negocio que implica para el periódico y la radio ( en menor medida para la televisión) , donde el soporte original y sobre el cual esta basado su sistema de monetización desapareciendo del hábito de consumo de la gente; el asunto de fondo de los medios de cara a la comunicación web, cuestiona el rol del autodenominado “cuarto poder” de la sociedad y los valores democráticos.
Recientemente en la reunión de Madrid de 5 de los diarios más importantes de Occidente, los directores de dichos medios insistieron en señalar que Wikileaks no es el nuevo periodismo, sino que revela el estado del Internet. Afirmación para tomar con pinzas.
¿ Por qué? Si bien Wikileaks no es en sí mismo el nuevo periodismo, sí pone a prueba al periodismo y lo obliga a renovarse. Dando por sobreentendida la prueba de la independencia de los medios frente al poder, los cables recogidos comprometen la capacidad de las salas de edición para trabajar sobre redes, cruce de información, constatación de fuentes en línea, para decirlo de una forma poco ortodoxa, a tomarse en serio a la Web como campo de investigación y cobertura periodística.
Hoy cuando Gadafi fue capturado, asesinado y en Egipto gobierna otro presidente , vemos que las noticias se suceden minuto a minuto en 140 caracteres del pulgar u ordenador de los ciudadanos, el periodismo de declaraciones, el dueño del dispositivo, el que abre o cierra el micrófono se ve en apuros. Como bien lo dice Dolors Reig, los medios que antes se negaban y relativizaban el poder del social media, ahora“ se rinden a la evidencia: cualquier ciudadano , mínimamente interconectado y con un mensaje potente puede ser un canal de difusión importante alternativo a los oficiales”.
Entonces si Internet no es el nuevo periodismo, sí es el nuevo espacio donde la libertad de expresión se lleva a cabo, es el lugar donde quedan registradas nuestras voces, reivindicaciones y derechos, es donde llevamos a cabo nuestra construcción continua de memorias; y es en este mismo espacio por donde comienza la represión; y es el periodismo el primer llamado a defenderla.
Por: Maca Lara-Dillon
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